Ayer, 10 de septiembre, el juez Baltasar Garzón declaró como acusado por un supuesto delito de prevaricación cometido en su lucha en pro de la Memoria Histórica y por la condena de los crímenes del Franquismo. Según los denunciantes, Garzón actuó en un campo en el que no era competente.
La organización de extrema derecha "Manos limpias", cuya única cabeza conocida es su dirigente Miguel Bernard, antiguo responsable del partido "Frente Nacional", es quien ha denunciado al letrado.
Esta organización, que peca de sindicato, tiene como máxima prioridad perjudicar a las asociaciones y partidos políticos de izquierdas y PSOE, a través de denuncias ante los tribunales por supuestos delitos legales.
No cabe duda que el juez Garzón será declarado inocente, pero no debería dejarnos tranquilos la idea de que existan asociaciones tales como "Manos Limpias" que intentan defender al Franquismo y sus actuaciones. Ese sí que habría de ser un delito, aunque claro, si esto se diera, la mitad de la clase política estatal acabaría en la cárcel, ya sea por simpatía o por haber formado parte de un régimen fascista y asesino.
La organización de extrema derecha "Manos limpias", cuya única cabeza conocida es su dirigente Miguel Bernard, antiguo responsable del partido "Frente Nacional", es quien ha denunciado al letrado.
Esta organización, que peca de sindicato, tiene como máxima prioridad perjudicar a las asociaciones y partidos políticos de izquierdas y PSOE, a través de denuncias ante los tribunales por supuestos delitos legales.
No cabe duda que el juez Garzón será declarado inocente, pero no debería dejarnos tranquilos la idea de que existan asociaciones tales como "Manos Limpias" que intentan defender al Franquismo y sus actuaciones. Ese sí que habría de ser un delito, aunque claro, si esto se diera, la mitad de la clase política estatal acabaría en la cárcel, ya sea por simpatía o por haber formado parte de un régimen fascista y asesino.
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