jueves, 10 de septiembre de 2009

Zas, en toda la boca!

Exactamente una hostia en todos los morros es lo que ayer nos dio a la mayoría obrera el excelentísimo presidente del gobierno.

Porque esa nueva subida de impuestos que tanto debate ha ocasionado, empezaba, por fin, a definirse: No serán al final los ricos quienes "sufran" una mayor presión fiscal, si no que seremos los obreros. ¿Por qué?, porque los impuestos que se subirán son los indirectos, esto es, los impuestos que se refieren al IVA y demás pluses que se encuentran en productos tales como el alcohol, la gasolina o el tabaco.

Todos teníamos la esperanza de que empezara a hacerse justicia y las grandes fortunas no lo fueran tanto. Esta era la única confianza que tenía en este penoso gobierno, pero está claro que, más que la confianza del ciudadano de a pie, prefieren la confianza de los grandes empresarios caciquiles que controlan estas democracias formales a su antojo. El PSOE se ha bajado los pantalones ante estos canallas y ha retrocedido en su conato de aumentar los impuestos directos, que serían aquellos que realmente pagaran los que más tienen y que no afectarían a la mayoría obrera.

¿Qué ocurrirá?, que la capacidad adquisitiva de la Clase Obrera bajará, con ello el nivel de producción y cual efecto dominó; aparecerá aún más paro.

Lejos de las similitudes con cualquier discurso neoliberal de estas últimas frases, hago hincapié en el hecho que cada vez se evidencia más el retroceso social, que además se aprovecha de una situación coyuntural desfavorable, donde no hay una verdadera Clase Obrera movilizada y concienciada, ya que gran parte ha caído en el conformismo social.

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